Etimológicamente, proviene del latín nihil, que significa Nada.

Todo lo que pulula alrededor de este concepto es confuso y muy abierto a distintas interpretaciones, muchas de ellas erróneas.
Filosóficamente ahonda en el existencialismo, que afirma que la vida carece de valor absoluto porque no tiene un propósito concreto, negando valores trascendentales al ser humano. Así sitúan la vida es una idea inmersa en la NADA.
Para entender el concepto nihilismo, previamente tenemos que tener claro lo que significa NADA, en el sentido de que este término lleva aparejado no solo la ausencia de TODO sino también la ausencia de ALGO.
Hay un par de preguntas que me he hecho desde mis tiempos de colegial: ¿De dónde proviene el universo? ¿Hacia dónde se expande?. No puede venir de la NADA porque de la nada, nada puede engendrarse. Si no es posible que de la nada se genere ALGO (la Generación Espontánea está demostrado no existe), entonces… ¿de dónde venimos?
Partamos de algo concreto. Las religiones colocan a un Dios como origen de todo. Para algunas de ellas, se trata de una deidad hacedora y organizadora; para otras, de un creador observador. Pero siempre parecen estar tras el origen de todo.
Para algunas personas alejadas de la fe, el origen puede ser una partícula que, de forma aleatoria, inició un proceso de formación y creación.
El Teismo aboga por una forma de reconocimiento: la de un ser supremo creador y organizador. El Deismo reconoce a una divinidad, una figura no revelada y sin autoridad religiosa. Tal vez en el otro extremo se encuentre el Ateísmo, que rechaza la creencia de que cualquier deidad exista.
En cualquier caso, el nihilismo se puede concretar como una corriente filosófica en la cual se analiza la nada como propósito o fin existencial. No existe una verdad absoluta y toda la realidad es aparente. Podemos decir que existe, en términos generales, un nihilismo pasivo que es el que acepta el sin sentido de la existencia sin aportar nada, y el nihilismo activo que es aquel que aceptando la nada como propósito o fin existencial, reacciona creando una figura activa.
Es lo que Nietszche denominó el “superhombre” o el “hombre que va más allá”.
De cualquier manera, creo que entre el nihilismo activo-pasivo y el dogmatismo religioso existe un término medio en el cual te puedes mover con bases racionales.
El Nihilismo y el deporte extremo: